Amanecer en el pueblo viejo de Belchite.
Entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937, este pueblo, con algunas de las mejores muestras del arte mudejar del país, fue destruido por entero por las tropas republicanas en una cruel batalla por el control del valle del Ebro y como parte de la ofensiva hacia Zaragoza. Una victoria táctica republicana que le costó cara. Se puede decir que fue una victoria estratégica del bando nacional.
Todavía se conservan las ruinas del pueblo viejo, que no fue reconstruido en memoria de la contienda.
Pasear por él es todo un ejercicio de imaginación de lo que allí pudo pasar. La cruel condición humana. Tiempos difíciles.
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